viernes, 3 de junio de 2011

Las lesiones más curiosas del fútbol

Ahora os vamos a enseñar algunas de las lesiones más "tontas" y raras que se han producido a lo largo de la historia del fútbol.

David Batty: El ex centrocampista de Leeds, Blackburn y Newcastle se rompió el tendón de Aquiles por culpa de su hijo pequeño, quien lo embistió de lleno con su triciclo.

Dave Beasant: En el 93 el portero, entonces en el Southampton, se destrozó el tendón del pulgar cuando le cayó una botella de salsa para la ensalada. Resultado: ocho semanas sin jugar.

Darren Bent: El delantero del Aston Villa se cortó el tendón de una mano mientras pelaba unas cebollas en su etapa en el Tottenham.                                                        

Chic Brodie: En el 70 el guardameta del Brentford se vio obligado a abandonar el fútbol tras un choque con un perro que había irrumpido en el terreno de juego.            

Carlos Busquets: El que fuera portero del Barcelona también vivió una lesión extraña. La versión oficial, dada por el propio futbolista, decía que se había quemado las manos mientras estaba planchando; la extraoficial, que fue tras un accidente de moto, medio de transporte prohibido entonces para todos los futbolistas del Barcelona.                           

Santi Cañizares: El portero del Valencia se perdió el Mundial del 2002 después de que, supuestamente, se le resbalase un frasco de colonia en su habitación del hotel, que le dañó seriamente el pie cuando trató de evitar que impactase con el suelo.                    


Roy Carroll: El meta del Odense, en su periodo en el West Ham, se lesionó en la rodilla cuando fue a recoger un balón dentro de su portería y se enredó con las redes.         

Paulo Diogo: El delantero suizo perdió un dedo de la mano cuando con el Servette celebró un gol yendo a la valla de separación de los aficionados, valla en la que se le quedó enganchado el anillo de boda. La acción encima fue sancionada con tarjeta amarilla por un árbitro que terminó buscando la parte del dedo perdida.                     

Nery Pumpido: Le paso lo mismo que ha Paulo Diogo, pero este lo perdió en un entrenamiento con River Plate al quedarse enganchado en las redes. El portero volvió a jugar pocos meses después.                                                                                         
 
Kieron Dyer: El ex del Newcastle estuvo lesionado por un par de semanas debido a un problema en el ojo: se fue a chocar contra un poste de la portería durante un entrenamiento.
                                             
Rio Ferdinand: El central del Manchester United se dañó un ligamiento de la rodilla mientras miraba la televisión; mantuvo el pie demasiado tiempo apoyado sobre una mesilla, y cuando sonó el teléfono realizó un movimiento brusco que le causó el crack.  

Sergio García: El delantero ahora del Espanyol se lesionó en su temporada en el Betis al celebrar un gol marcado por él mismo; salió corriendo a toda velocidad y se lanzó de rodillas sobre el césped, lo que le provocó una lesión en la articulación. Sin duda, su ausencia durante un mes fue clave para el descenso del equipo bético.                                                 

David James: El portero, actualmente en el Bristol, se dañó en una ocasión un músculo de la espalda mientras trataba de alcanzar el mando de la televisión, y en otra ocasión se hizo daño en el hombro tratando de pescar una carpa gigante. Lo de calamity no viene sólo por sus hazañas en la portería…       

Kevin Kyle: El delantero escocés del Hearts pasó una noche en el hospital después de que su hijo de ocho meses le tirase encima una olla con agua hirviendo, que para más inri le cayó sobre los testículos.       

Leroy Lita: El delantero del Middlesbrough se lesionó en la cama, mientras se estiraba después de una buena siesta.

Jari Litmanen: El ex jugador de Barcelona y Ajax entre otros vio como, durante un stage con su selección, un ojo se le ponía negro por culpa de una lata de coca-cola mal abierta por un compañero.

Lisandro López: El delantero del Olympique de Lyon se perdió el partido de Champions ante el Real Madrid por un cabreo. Pocos días antes, Puel, su entrenador, le comunicó que iba a ser suplente en un partido de Liga, y el argentino se agarró tal mosqueo que fue a chutar un balón con tanta rabia que sufrió una elongación en los isquiotibiales.

Steve Morrow: El defensa del Arsenal se rompió la clavícula durante la celebración de la conquista de la Copa de la Liga en el 93; fue a chocarse contra los hombros de Tony Adams.



Alessandro Nesta: Se dice, al menos según el Corriere della Sera, que la operación de muñeca que le mantuvo un mes apartado de los terrenos de juego fue debida al exceso tiempo que destinaba a jugar a la Play Station.

Martín Palermo: El delantero argentino sufrió un duro percance mientras formaba parte del Villarreal. En un encuentro ante el Levante se fue a celebrar un tanto logrado con los aficionados amarillos, con la mala suerte de que la valla cedió y cayó directamente sobre su pierna. Nada menos que seis meses tuvo que estar sin jugar.

Alex Stepney: En el 75 el guardameta del Manchester United se dislocó la mandíbula gritando a sus defensas durante un encuentro ante el Birmingham.


Carlos Tévez: Cuando debía debutar con el Manchester City, el argentino se resbaló mientras se estaba duchando en la habitación del hotel donde se encontraban concentrados, y al caer se golpeó fuertemente un tobillo que ya tenía tocado. A los pocos minutos estaba tremendamente inflamado, y tuvieron que llevarlo al hospital

Darius Vassell: El ex delantero de Villa y City sufría desde tiempo atrás unos fuertes dolores en el pie; de ese modo, tomó un pequeño taladro y lo pasó sobre la uña del dedo gordo para disminuir con ello la presión, pero la "misión" no funcionó y le provocó una infección que le mantuvo un tiempo alejado de los terrenos de juego.

Alan Wright: El ex defensa del Aston Villa se dañó la rodilla mientras trataba de alcanzar el acelerador de su nuevo Ferrari.

Richard Wright: Otro portero, en este caso del Everton, se vio obligado a perderse un partido en el que iba a ser titular ante el Chelsea tras caerse al suelo en el calentamiento al tropezar con el cartel "no pisar el césped".

Carlo Cudicini: Se lesionó la rodilla cuando paseaba a su perro. El animal se lanzó a por una presa con tantas ganas que provocó la caída del portero, que tuvo que ser operado.

Michael Rensing: El actual portero del FC Köln, se estiró los músculos de la espalda cuando se ataba los cordones de las botas. Como consecuencia se perdió un partido crucial en Europa con el Bayern Munich.

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